El post de hoy en realidad es una historia de ayer...
Salimos más temprano porque la Big Chief cumplía años (mala compensación porque a nadie nos suben el sueldo y cuando digo "más temprano" me refiero a 2 horas antes...). Mi suegra seguía teniendo vueltas entonces le ofrecí a dar una a Liverpool porque además podía aprovechar para recoger los boletos de The Strokes.
Recogimos los boletos y pasamos a ver las salas y sillones individuales. Mi suegra encontró uno buenísimo que vibra, lo prendió y me dijo que lo probara... feliz de la vida me acomodé y empecé a reclinarlo para atrás, donde estaba una pared y una de esas pinturas malas de manzanas ENORME.... me estiré de brazos y para cuando reaccioné, mi movimiento había hecho que la pintura de soltara de sus tornillos y se estaba cayendo sobre mí.... empecé a llamarle a Conchita tratando de hablar en voz baja para que no llegara algun encargado y nos quisiera cobrar los daños.... "suegraaaaa....... suegraaaa...."
No me escuchaba porque ella estaba dándome la espalda y hablando por celular... Miré a todas partes para asegurar que en efecto nadie me veía... deteniendo la pintura con las manos y de espaldas me empecé a bajar poquito a poquito del sillón. Ya no pude acomodar la pintura porque en efecto los tornillos estaban mal puestos y la recargué en el piso atrás de dos sillones... Nadie me vio.
Disparate en Liverpool